Investigación histórica sobre el Espiritismo en Ecuador
desarrollada por El Centro de Estudios Espíritas Allan Kardec
Al citar los textos a continuación, se pide indicar expresamente la fuente:
(Centro de Estudios Espíritas Allan Kardec - Quito - Ecuador)
REVISTA ESPÍRITA - 1872
En la revista espírita de 1872 en la sección “Variedades" encontramos un artículo titulado:
“Una ley en contra del Espiritismo"
“Leemos en la Revista Espiritista de Barcelona, de julio pasado":
...“Nuestra doctrina es severamente perseguida en Guayaquil, República del Ecuador; los libros, folletos y revistas que tratan de Espiritismo, son aprehendidos para ser quemados en plazas públicas; los adeptos son, en ese caso, acusados del crímen de contrabando y perseguidos, ellos se van al extranjero para escapar de esas odiosas persecuciones, cuya finalidad bien definida es detener los progresos continuados del Espiritismo.
El gobierno, por instigación del clero romano, no ha dudado en hacer una ley especial en contra de nuestra doctrina"....
“Sobre el tema, veamos lo que contiene la carta de nuestro corresponsal en Guayaquil":
"En diciembre pasado, yo le había escrito para suplicarle que, por favor, suspendiera el envío de la Revista Espiritista, en vista de que nuestro gobierno había decretado la aprehensión de esa publicación periódica y de todo impreso que no esté conforme las enseñanzas de la Iglesia romana".
“Creo que mi correspondencia no le ha llegado, probablemente se la haya aprehendido en Guayaquil, como también se ha confiscado todas las revistas que Ud. nos ha enviado a partir del mes de enero; la autoridad las quema en plazas públicas, y las personas a quienes ellas se dirigen serán juzgadas como contrabandistas".
“Le reitero mis solicitudes de no enviarme ninguna publicación o libro espírita por el correo o por la aduana, no solamente porque todo sería aprehendido por la autoridad, sino también que yo sería perseguido por ese grave delito".
"A partir de esa persecución rigurosa, realizada en nombre del gobierno y del clero; nuestros riesgos son tan grandes, que a ejemplo de muchos de nuestros hermanos, yo sería tal vez obligado a dejar este país para establecerme en Perú, con el fin de escapar así de las venganzas dignas de la inquisición".
“Por favor, pues, tenga mucho cuidado para que no nos sea dirigido ningún impreso de esa naturaleza; lo repito, esos impresos serán quemados y seremos, en razón de una ley nueva y especial, juzgados como criminales”.
Constitución de 1869 - Ecuador
“Art. 9.- La Religión de la República es la Católica, Apostólica, Romana con exclusión de cualquiera otra, y se conservará siempre con los derechos y prerrogativas de que debe gozar según la ley de Dios y las disposiciones canónicas. Los poderes políticos están obligados a protegerla y hacerla respetar”.
“Art. 10. Para ser ciudadano se requiere:
1. Ser católico,
2. Saber leer y escribir,
3. Ser casado o mayor de veintiún años”.
Código Penal – 1871
De los Crímenes y Delitos Contra la Religión
“Art. 161 – La tentativa para abolir ó variar en el Ecuador la religión católica, apostólica romana, será castigada con pena de muerte, si el culpable se hallare constituido en autoridad pública y cometiere la infracción abusando de ella.
No concurriendo estas circunstancias la pena será prisión de dos á tres años, y en caso de reincidencia, penitenciaria de cuatro á ocho” .
“Art. 162 – El que celebre actos públicos de un culto que no sea el de la religión católica, apostólica romana, será castigado con uno á tres años de reclusión e igual tiempo de extrañamiento concluida la primer condena.”
“De los contrabandos
“Art. 362 – Son contrabandistas:
“2. Los que introdujeren por los puertos de la República mercaderías, frutos y efectos de prohibida introducción, ó exportaren efectos prohibidos para la exportación”.
“Art. 369 – Los cómplices ó receptadores en la importación ó exportación fraudulentas, comprendidos en los artículos anteriores, serán castigados con las mismas penas que los autores principales”.
Eloy Alfaro y el Espiritismo
LA HOGUERA BARBARA (Alfredo Pareja)
“Después [de la muerte de su hermano en Guatemala], [Eloy Alfaro] comenzó a ir a sesiones de espiritismo. La inquietud del más allá le torturaba. Acaso así hallaría la explicación a tantas cosas y fortalecería su alma con la más inmediata presencia de Dios. A la verdad, lo buscaba siempre”. (p. 155-156)
