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jueves, 24 de mayo de 2012

Reflexión: "La Doctrina Espírita: Una Planta que hay que cuidar con celo"


Decía la Inefable Maestra Amalia Domingo Soler en su libro: “La Luz del Porvenir”, que “La vida tiene un objeto racional, tiene una tendencia a la perfección. Tiene un desarrollo que guarda armonía con las leyes de la Creación porque los árboles primero se cubren de hojas, después de flores, y por ultimo dan el fruto, y todo tiene su tiempo fijo y su periodo determinado”. 

Así mismo, en el desarrollo del conocimiento de la Doctrina Espirita, es necesario cumplimentar estas tres etapas básicas.

En efecto, primeramente, el núcleo de un futuro Centro Espirita debe llenarse del conocimiento, que conlleva el estudio de los tres pilares del Espiritismo, a saber: La Filosofía que se encuentra fundamentada en “El Libro de los Espiritus” y en “El Cielo, el Infierno o la Justicia divina según el Espiritismo”, La Moralidad basada en las enseñanzas del Evangelio Cristiano, explicada en “El Evangelio Según el Espiritismo”, y el carácter Científico de la Doctrina Espírita cimentado en “El Libro de los Médiums” y en “La Génesis, milagros y predicciones según el Espiritismo”; porque estudia  la serie de fenómenos y conocimientos del mundo espiritual, es decir, la fenomenología que nos permite conocer y establecer comunicación con el mundo de los Espíritus.

Después de la comprensión teórica de la Doctrina, el Centro se llena de las flores del Conocimiento, y es entonces cuando se encuentra listo para, con el alimento de la savia que nos entrega  la Espiritualidad, comenzar a fructificar, es decir, está listo para entrar de lleno en la práctica de la Mediumnidad, cuyo objetivo es ayudar a Encarnados y Desencarnados que necesitan y piden ayuda con sinceridad, ésta es precisamente la Esencia de esta Tarea. 

Nosotros coincidimos con Amalia cuando dice que “lo que no se gana no se obtiene”, y así, si no se gana primero el Conocimiento, no puede obtenerse el derecho de practicar la Mediumnidad como el medio para ayudar a los Espíritus, obtener la paz que les permita el arrepentimiento sincero de sus faltas que les hace acreedores a que Dios misericordioso les permita repararlas y progresar moralmente mediante la Expiación y la Reparación. La necesidad de la reparación es un principio de rigurosa justicia, que puede considerarse como la verdadera ley de rehabilitación moral de los Espíritus, la cual consiste en hacer el bien a aquel a quien se hizo daño,  ya sea en esta existencia o en las subsiguientes. 

La Mediumnidad como la oración, no debe ser ostentosa ni con fines protagónicos ni de lucro, porque “Hay que dar de gracia lo que de gracia fue recibido”.

La Mediumnidad tampoco es una oficina de correos para el intercambio de mensajes pueriles. Las tareas de los Espíritus superiores son de tal importancia que no podemos imaginar en su totalidad, mucho menos pensar irrespetuosamente que van a estar disponibles para acudir al llamado a un dialogo sin objetivo, solo para complacer a una simple curiosidad ostentosa.

No debemos olvidar que cada cosa que se haga mal genera una deuda que indefectiblemente se pagará, aquí o en existencias venideras.

Ahora bien, haciendo un análisis imparcial de la trayectoria de nuestro Centro de Estudios Espiritas Allan Kardec de Quito, consideramos que estamos adentrándonos con pasos firmes en la Práctica Mediúmnica, humildemente creemos que nos hemos ganado ese derecho luego de un estudio incesante de la Doctrina Espírita. Nuestro núcleo es pequeño como corresponde para una asimilación seria y profunda; pero como concierne a nuestro ánimo solidario, tenemos la  puerta abierta para recibir a nuevos Espíritus ávidos de los conocimientos teóricos indispensables.

Hasta ahora hemos marchado solos, formados sin influencia de centro espírita alguno, cuidando la pureza de las obras de Kardec y lo seguiremos haciendo vigilando nuestra plantita con gran celo, hasta que otros grupos que denominándose espíritas, demuestren que lo son de verdad manteniendo la pureza doctrinaria, es decir mediante la asimilación de los tres pilares anteriormente señalado de la Doctrina Espirita.

Nuestro Centro de Estudios Espiritas Allan Kardec de Quito, es nuestra plantita que la abonamos y regamos con agua bendecida por la Espiritualidad y así como nació sola, está creciendo aún sola y fortaleciéndose. En un futuro cercano, no lo dudamos, surgirán como callampas después de un vivificante aguacero moral, nuevos Centros Espiritas, con quienes formaremos en el Ecuador una gran familia, confederación o como quiera llamársele, porque creemos sin ningún género de dudas queEl Espiritismo es la nueva ciencia que viene a revelar a los hombres, con pruebas irrecusables, la existencia y la naturaleza del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal”, es decir, lo que la Humanidad ha buscado desde siempre.

Pedimos a Dios que a través de la Espiritualidad y especialmente a través de nuestro Guía y Maestro Jesús el Buen Pastor, que es el camino, nos de fuerzas y Conocimiento suficientes para trabajar por ello, y en un futuro cercano se realice ese sueño.
Marco Antonio Sánchez.
Centro de Estudios Espíritas Allan Kardec Quito - Ecuador